Hoy me apetece centrarme en una palabra por la que todos de alguna forma nos sentimos identificados. Me refiero a la "soledad". Su definición es la de carencia de compañía, o pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguna persona o cosa.
Entendido así nos puede parecer muy lejano, nos decimos "con estar siempre rodeados de gente..." o "no todos los días experimentamos la pérdida de alguien o algo...".
Pero el término que a mí más me gusta de la soledad es su definición filosófica. Es nuestra condición ordinaria, hasta el punto de que absolutamente nada puede abolir nuestra soledad esencial, que reside en el hecho de que estamos solos para ser lo que somos y para vivir lo que vivimos. Es el precio que hay que pagar para ser uno mismo.
No hay que confundir soledad con aislamiento o con vacío. El aislamiento es estar separado de los demás a veces por decisión propia y otras por circunstancias ajenas que se nos presentan, pero es un estado anormal y temporal, ya que el hombre está creado para vivir en sociedad. El vacío que en ocasiones también sentimos no es otra cosa que la pérdida del sentimiento de que la vida es significativa. Es como vemos, también temporal y no una condición inherente al ser humano.
La soledad es un concepto maravilloso que a través de la historia ha sido tratado en literatura; cuántos autores nos han hecho disfrutar con personajes movidos por una tremenda soledad... cuántos poemas que hablan de la soledad han reflejado tan bien nuestro estado anímico en un momento determinado que nunca lo hemos podido expresar tan bien con las palabras... Y qué decir del cine y de la música y del teatro; cuántas canciones existirán que nos transmiten ese dolor que sentimos al experimentar la verdadera y espantosa soledad... cuántas películas nos han encogido el alma al recordarnos vivencias por las que todos hemos pasado de auténtica soledad...
Nuestra condición ordinaria es la de estar solos. Nadie puede vivir tu vida ni nadie va en un futuro más o menos inmediato poder vivir tu propia muerte. Nadie puede vivir tus experiencias y lo que te hace desarrollarte como persona. No podemos delegar nuestra propia existencia en manos de nadie. Depende sólo y exclusivamente de nosotros. De ahí que sea un concepto tan importante y a la vez desgarrador.
Estamos solos en este mundo en el que nos ha tocado vivir. Podemos hacerlo después más llevadero teniendo buena compañía alrededor y disfrutando con la gente a las que queremos. Todo eso es extraordinario... pero no hay que olvidar que siempre para lo importante, para lo que depende exclusivamente de nosotros, vamos a estar terriblemente solos.
Por eso creo que es muy bueno conocernos bien y tener momentos de aislamiento voluntario. Y cuidarse a uno mismo porque en realidad y mirándolo desde un punto de vista objetivo... sólo nos tenemos a nosotros mismos.
Si ahora mismo todo estallara a nuestro alrededor y todo lo que nos rodea desapareciera y tuviéramos la buena o mala suerte de permanecer todavía aquí conscientes de todo, tendríamos que hacer frente de una vez por todas a que con lo único que contamos es con nuestro solitario e inestimable yo.
Pequeña tarada,desconocía esta faceta tuya.Me han encantao tus entradas.Te veo en el curro.
ResponderEliminar