Casi nunca sé cómo comenzar una entrada en un blog, y más si desde la última vez han transcurrido tantos años. ¿Seré la misma? ¿Habré cambiado tanto? En mi cabeza se amontonan los interrogantes sobre mi persona. Si sé que en algo sigo siendo la misma es en las cosas que me obsesionan. Cada detalle, cada pequeña información que considero esencial o no le cuadra a mi cerebro, tiene cabida en mi interior y se escapa a mi control . A veces se presenta en forma de pensamiento, otras de canción, o incluso puede ser una simple imagen. Se repite y repite, volviendo con demasiada facilidad.
Imagino que mi esencia sigue intacta; mis valores, mis creencias, lo que considero importante para mí... Pero a la vez cada experiencia, cada acontecimiento te va cambiando, te hace evolucionar, transformando algo de ti para hacerte alguien diferente. Lo mismo ocurre con las personas que nos impactan, que nos hacen reaccionar... Conocer y encontrarnos, para asistir al nacimiento de otros mundos diferentes al nuestro.
Así es la vida.
La vida es aquello que te va pasando mientras te empeñas en que te pasen ciertas cosas. Es aprender, confiar, superar miedos, lanzarte al vacío, llorar de impotencia, reír...
Siempre me dio miedo no ser yo misma, convertirme en una caricatura o marioneta de alguien mucho más interesante que yo... pero a fuerza de equivocarme me fui encontrando. Soy esta que escribe; una persona dispersa, perseverante, buena persona, demasiado sensible, con muy mal genio, optimista, sencilla, sonriente, feliz.
Nunca sabemos lo que nos deparará nuestro camino, a lo que tendremos que enfrentarnos, a si seremos en un futuro mejores personas o peores, pero lo que sí sé, es que aquello que está por venir...
me encontrará siempre sonriendo.
En estos años me han pasado muchas cosas, algunas demasiado bonitas para ser ciertas, otras en cambio, hubiera dado lo que fuera por no haber sido partícipe de ellas. Todas por supuesto con el acompañamiento de mi banda sonora favorita, (que nunca nos falte la música), y de muchos libros. Libros que me han hecho querer ser diferente, que me han abierto la mente. Lecturas recomendadas, otras inesperadas, que han ido moldeando mi cerebro para convertirme en lo que soy.
He conocido a personas que me han querido y me han transformado, a otras que como llegaron se esfumaron sin dejar ninguna huella. He vivido situaciones de mucho dolor, de demasiada pena, de una colosal alegría...
El resultado es esta pequeña tarada que sigue sin entender casi nada de lo que le pasa, que analiza el más mínimo detalle de todo, que se ríe por cualquier cosa, que adora escribir, leer, observar a la gente que quiere. Que no puede esperar cuando le gusta una serie para ver el siguiente capítulo, pasándose noches en vela hasta poder ver el final. Que trata de ser amable con los demás. Que siempre pierde contra la paciencia. Que cuando se cabrea se vuelve insoportable. Que en momentos de bajón recurre a canciones deprimentes para ni siquiera perderse el sentir esa tristeza, esa melancolía...
Esta soy yo...
La que cree, como dice María Belmonte, que la belleza es lo único que salva al ser humano de la absoluta soledad...
la que se mueve para hacer que las cosas se muevan...
la que se toma cada vez más tiempo para decidir, para actuar...
la que se descubre a sí misma a través de otros...
aquella que se conforma con saberse en un sitio, porque siente que forma parte de ello...
la idealista que cree haber encontrado por fin su lugar en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario