miércoles, 16 de mayo de 2012

Paréntesis...

Existe una palabra que pienso que es importante concederle un ratito de nuestro tiempo. Esa palabra es "heterogeneidad". Se define exactamente como la composición de un todo de partes de distinta naturaleza.

Partiendo de su significado y de este concepto concibo yo la vida que nos rodea. El mundo en el que nos ha tocado vivir, en el que estamos inmersos y nos hemos terminado convirtiendo en protagonistas, algunos a su pesar, tiene mucho que ver con esta palabra. Este mundo está compuesto de una variedad infinita de tipos diferentes de personas. Todas juntas formamos un todo sustancial, pero cada parte de ese todo, cada persona que existe, tiene su propia cualidad que la distingue del resto de las demás... su propia e intransferible individualidad. No es fácil formarse y hacerse como individuo, hay que hacer frente a muchos factores que nos entorpecen y a veces no nos permiten avanzar... en definitiva, es complicado forjarse la personalidad.

Cada individuo posee un tipo de sentimiento frente a la vida que le ha tocado vivir. La elección de ese sentimiento tiene mucho que ver con el tipo de creencias de tal persona en cuestión. De ahí que existan tantas creencias y sentimientos ante la vida como personas hay. Uno de mis filósofos preferidos, Ortega y Gasset, decía que cuando se quiere entender a un hombre, su vida, hay que procurar entender primero sus creencias y sus esquemas mentales.

A mí personalmente me interesa sobre todo ahondar en la filosofía de  vida de cada uno. Aquella que determina y nos hace ser distintos de los demás. Cuando hablo de filosofía me refiero a filosofía entendida como actitud. Esa forma de actuar de cada uno, nuestro comportamiento que empleamos para hacer las cosas, lo que nos termina definiendo ante las situaciones... y ante la vida.

Se trata de un antiguo ideal socrático.  Cada uno tenemos nuestra propia filosofía de vida a partir de elementos que seleccionamos  y escogemos de la realidad que dan lugar a una única e individual forma de pensar.Para algunos su filosofia de vida es una filosofía de la muerte, porque entienden que sólo la muerte le puede dar un sentido a sus vidas.

Me viene a la memoria el primer ensayo filosófico que leí: "Del sentimiento trágico de la vida" de Unamuno. Este sentimiento trágico siempre me pareció poético. El hombre visto y estudiado tal y como es, que nace, sufre , muere... pero también siente, ama, piensa.

Por todo ello es bonito conocer a los que nos rodean, saber lo que piensan, intentar llegar a su interior...

Ayer hablando con un buen amigo mío me contaba historias de personas cada una con una filosofía diferente ante la vida, con una específica actitud, con una particularidad curiosa que los definía. Son ejemplos de gente como tú y como yo, pero cada uno dándole su propio sentido, su propio giro personal a lo que la vida les ha deparado.

De ahí que me complace deciros que mi filosofía de vida es aprehender una parte de vuestra esencia para poder formar un todo heterogéneo de lo que me interesa de cada uno de vosotros...

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